domingo, 27 de abril de 2014

RUTA VALDORRIA, VALLE DE VALDECESAR

Ruta desde el pueblo de Valdorria por el Valle de Valdecesar. Rocas, agua, abundante vegetación y ascensos propunciados
Santi, Loli, Ruht, Jose y Tere.
Dificultad: Media.
Temperatura: 12º al comenzar y 14º al finalizar (lluvia intermitente).
Punto de salida y llegada: Valdorria (centro de la localidad).
Distancia recorrida: 9 kilómetros. Comenzamos a las 11,00 y regresamos a las 15,00.
Altitud del punto más alto: 1.362 metros (Pueblo de Valdorria)
Fecha 23 de abril de 2014.

Plano de la ruta. La salida es en el pueblo de Valdorria
Para ir a Valdorria hay que salir de León por la carretera LE 311. Cuando llegamos a Robles de la Valcueba se gira a la derecha por la CL626. A la entrada de La Vecilla, se gira a la izquierda por la LE 321 y a unos tres kilómetros del cruce está el desvío hacia Valdorria. Tres kilómetros más de carretera en ascenso con trazado sinuoso y grandes desniveles nos llevarán a esta bonita localidad.
El equipo de hoy, pocos pero valientes

Valdorria de de los puntos cercanos a León que más visitamos y que nos parece de lo más bonito. Desde allí parten varias rutas que solemos hacer: A Valdeteja, a Correcillas, a La Mata de Bérbula...... En esta ocasión hemos hecho una ruta circular por el Valle de Valdecésar, que es atractivo y variado (rocas, agua, vegetación, cascadas.....).
 

Dejamos el coche el el pueblo y bajamos por el bar San Foilán a la derecha, hasta llegar al hondo del Valle de Valdecésar, que estaba muy bonito. Lleno de flores de frutales, cerezos silvestres y espino blanco.
 
Después comienza un ascenso pronunciado por la zona que llaman "La Pradilla". Se puede ver un desvío de la ruta que, de tomarlo, nos llevaría a Correcillas. Se asciende otra vez hasta la altura del pueblo.
Aunque es de hábitos nocturnos, como el día estaba lluvioso, pudimos ver esta salamandra en el puente de Valdecésar.
Desde lo alto  del camino se ve la cascada del Pozo Burbuliegas y de frente la ermita de San Froilán.
 

Poco después comenzamos a bajar por el camino y a unos 300 metros de bajada sale otro camino hacia la izquierda que no está muy limpio en todo su trazado, pero es muy bonito para andar, ya que va entre un bonito bosque de robles.
 
 
El suelo hoy estaba lleno de hojas de roble recién mojadas, parecía que andabas por una alfombra, suave, suave..........
 
En su tramo final este camino discurre próximo a un bonito arroyo, que ahora tiene abundante agua, pero en verano queda sólo un hilo.
 

El arroyo se une con el Valdecesar y se sigue caminando a su lado, aguas abajo, entre robles y abedules. El objetivo es llegar a la cascada final, que está próxima a la carretera.
Verdosos abedules que destacaban entre los robles. Los abedules tiene muchísimas propiedades internamente es muy beneficioso para combatir el ácido úrico, la artritis o problemas relacionados con el riñón, mientras que su aplicación externa proporciona una ayuda muy eficaz en problemas de la piel, e incluso para evitar la caida del cabello. Ver más en http://misremedios.com

 

Objetivo incumplido, el arroyo está muy caudaloso. Lo cruzamos alguna vez, pero tuvimos que renunciar a llegar a la cascada cuando ya estábamos cerca. Era muy difícil cruzar.
 

Por cierto, nos han reñido en el pueblo cuando utilizamos el término cascada de la "Cola de Caballo". Según los habitantes de Valdorria, se llama "Cascada de Valdecésar", eso de la cola de caballo es un invento de algún moderno visitante que no les gusta. Tampoco les gusta que se llame al Valle de Valdecésar el "Bosque de las Hadas", como salió publicado recientemente en la prensa leonesa, ya que después van preguntando por ese bosque y nadie sabe dar referencias, ya que allí no se denomina de esa manera. ¡Cuánto ganaríamos si respetáramos la toponimia local!
 
Volvimos sobre nuestros pasos con la intención de llegar a la otra cascada, la del Pozo Burbuliegas que habíamos visto desde lo alto. Tampoco fue posible porque hay que caminar un trozo por el cauce del arroyo y era imposible por la cantidad de agua que bajaba.
 
Tomamos entonces el camino de regreso a Valdorria, pero por la izquierda del arroyo. Es un camino bien marcado, pero con una pendiente muy pronunciada.
 
 
Al principio el suelo es de tierra, pero después es todo de piedra y la cosa se complica un poco.
 
La pendiente es muy propunciada y hay tramos que se pasan por dentro de las propias rocas. Bonito si es, pero hay que tener un poco de cuidado.
 
 
Llegamos de vuelta a Valdorria e hicimos la inevitable visita al Bar San Froilan, donde su propietaria, Guiomar nos saludó con la alegría habitual y nos dio cuantas explicaciones solicitamos de los caminos de la zona. Guimar es una de las mejores conocedoras de las rutas de la zona. También nos invitó a la romería, que será el próximo 1 de mayo.
 
 
Y la ruta se acabó. El campo estaba, como se dice por aquí, guapo, guapo.... lamentamos no poder mostrar todo ese montón de fotos preciosas que han quedado en nuestra retina.


viernes, 18 de abril de 2014

RUTA DE FONCEBADÓN AL POZO DE LA FERVENCIA

Ruta de Foncebadón al Pozo de la Fervencia. En leonés cascada se dice fervencia, aunque se está generalizando la denominación "Cascada de la Fervencia". Es una redundancia, pero...
Tere, José, Javier y Rocío.
Dificultad: Baja.
Temperatura: 22 mínima al salir y 24 máxima a la llegada.
Punto de partida y llegada: Focebadón.
Distancia recorrida: 7,8 kilómetros.
Altitud de Foncebadón: 1.430 metros.
Fecha: 14 de abril de 2014.
Plano de la ruta "Foncebadón al Pozo de la Fervencia"
Desde León a Foncebadón hay 78 kilómetros, todos ellos realizados coincidiendo con el trazado del Camino de Santiago. En coche se va por la N-120. Llegando a Astorga tomamos la LE-142, ya desde Astorga quedan sólo 30 km, para llegar a Foncebadón.
El grupo de hoy en la fervencia
Tenemos muchas cosas que ver antes de comenzar a andar. Primero Astorga con nuestro ritual habitual de foto a la muralla (2.000 años largos), el palacio episcopal obra de Gaudí, y su catedral con mezcla de estilos, gótico, renacentista y barroco. Tambien el inevitable chocolate con churros. No hay chocolate tan rico como el de Astorga, la ciudad del chocolate.
Astorga, como siempre ¡impresionante!

Después pasamos por Castrillo de los Polvazares, Santa Colomba, Rabanal del Camino y por fin Foncebadón.
Fotos de Castrillo de los Polvazares, piedras y tradición.
Esta vez nos acompañaba una senderista primeriza por estas tierras leonesas y la hicimos cumplir " a medias" con la tradición de llevar una piedra a la  "Cruz de Ferro". Claro, que no la llevó caminando y en la mochila como debe hacerse, sino cómodamente en el coche. Eso sí, la piedra era muy grande, señal de que tenía mucha penitencia que hacer.
La Cruz de Ferro, en el Camino de Santiago
En carteles, guías de rutas, incluso oficiales, se denomina a esta ruta "Cascada de la Fervencia". Nosotros como buenos leoneses seremos precisos en la terminología. En León se llaman "fervencias" a las cascadas. Esta palabra no está recogida en el dicionario de la RAE , por ello, decir cascada de la fervencia, en León, es lo mismo que decir cascada de la cascada. Los lugareños dicen el Pozo de la Fervencia

 
El camino hacia el Pozo de la Fervencia lo comenzamos justo antes de llegar a Foncebadón. Sale a la derecha de la carretera y tiene dos posibilidades para comenzarlo, la pista forestal y el propio camino, que se juntan a los pocos metros. Puntos 1 y 2 del plano inicial.
Hay que seguir la amplia pista forestal algo más de un kilómetro y después bajar a la izquierda por una bonita vereda. Está indicado con un cartel muy grande. Es el cuarto desvío a la izquierda desde la carretera. No hagáis caso de indicadores de madera y otros que solo generan confusión. Seguid por la pista, sin saliros de ella, hasta ver ese cartel de la imagen.

 

También se puede bajar por el cortafuegos que está muy "pindio", (empinado para los no leoneses). Se reduce el camino, pero no merece la pena, pierdes el paseo por la vereda y es muy incómodo por el desnivel. Está indicado con puntos en el plano.
Bajada por el cortafuegos
Llegado al hondo del valle, se toma el camino que hay al lado del arroyo. El agua cruza varias veces el propio camino.
Hay una vegetación variada, robles, acebos, abedules... aunque predominan los robles.
 
Antes de llegar al "Prao de la Molina" el camino se pierde entre el monte y el arroyo. Lo mejor es subir a la pista forestal y caminar por ella. Son algo más de doscientos metros y llegamos a la pradera.
 
Llevamos la sorpresa de la reciente construcción de dos pequeños puentes sobre los arroyos que dan acceso a la fervencia. Muy bien, evitan una mojadura cuando el caudal es alto.
 
A poco más de doscientos metros del "Prao de la Molina" está el Pozo de la Fervencia. Lo encontramos con un caudal de agual muy alto por las recientes lluvias, por lo que estaba especialmente bonito.
Son tres fervencias sucesiva. El pozo es la más grande
Aunque la ruta es circular, y tiene en total unos 10 km.  decidimos volver por el mismo camino. Tanta visita turística, rituales y chocolate, nos habían "comido" el tiempo. Sin embargo el paseo merece la pena.
El Pozo de la Fervencia