jueves, 8 de noviembre de 2012

RUTA DE LAS BATUECAS (PINTURAS, EL CHORRERO) II

Una vegetación diferente a la leonesa. Agua, luz, cabras monteses y alcornoques.
Santi, Loli, Jose, Tere y Javier.
Dificultad: Baja.
Temperatura: 22 a 26 grados.
Punto de partida: Aparcamiento en las proximidades del Monasterio de Batuecas.
Distancia recorrida: 11,2 kilómetros.
Altitud del punto de salida: 605 metros.
Altitud del punto más alto, Chorrero de Batuecas, 910 metros.
Fecha: 6 de octubre de 2012.

Plano de la ruta de Las Batuecas (Las cabras pintás)

Otra vez hemos hecho la Ruta de las Batuecas, sigue siendo tan bonita o más que hace dos meses, cuando la recorrimos el 5 de agosto (recomendamos ver el en el apartado del blog denominado "Rutas anteriores - archivo-" en el mes de agosto de 2012), tenemos los detalles de la ruta, ahora haremos otro tipo de comentarios, más breves.

El equipo de hoy cerca de las cabras
En esta ocasión se la mostramos a Santiago y Loli, que la conocían sólo a medias. Tuvimos mucha suerte con la fauna del lugar, con la vegetación y con la temperatura, que era excelente.

Partimos desde Las Mestas y al comenzar nos recibió magestuoso un buitre leonado, que nos miraba perezosamente desde una piedra justo encima de "la puente bajera".

Comenzamos igualmente en los aparcamientos de la carretera. Hicimos el camino por la zona preparada con puentes y maderas. Volvimos a comprobar que es ostentosa, demasiado gasto al principio de la ruta y total abandono a mitad de ruta y al final.

Paramos un rato y admiramos el "Tejo del Convento" justo al final de la tapia que delimita el convento del Desierto de las Batuecas, es de los más grandes que hemos visto. El tejo es un arbol con cierto misterio y siempre rodeado en la antigüedad de sombras y muertes, aunque ahora resulta que tienen propiedades medicinales.
Al lado de un gran y tóxico tejo
El tejo es una especie muy tóxica, debido al alcaloide taxina, que actúa sobre el sistema nervioso dando lugar a convulsiones, hipotensión, depresión cardíaca y finalmente la muerte. Se afirma que toda la planta es muy tóxica, a excepción del arilo, que es dulce y con el que se ha llegado a preparar un jarabe para la tos.
Cativolco (rey de los Eburones), se suicidó con zumo de tejo antes de caer en manos de Julio César. Su toxicidad fue tan famosa que incluso Dioscórides afirma que " ofende gravemente a los que su sombra se duermen o asientan, y aun muchas veces los mata".
También se utiliza como ornamental. En los últimos años se le han encontrado al tejo, propiedades antitumorales, llegándose a sintetizar un principio activo llamado taxol, utilizado para la lucha contra ciertos tumores en especial el de ovario, cuello de útero y mama.


 Subimos a las primeras pinturas, a la derecha de la ruta y continuamos por el monte sin bajar a la vereda principal.

Allí pudimos ver unas cuantas cabras hispánicas que parecían estar muy acostumbradas a los visitantes.

Hubo un rato que perdimos el camino y tuvimos que bajar por un canchal hasta llegar a la vereda principal, no fue fácil.

Continuamos la ruta hacia arriba, ya sin ninguna indicación. Sólo algún hito hecho por otros senderistas y siguiendo, donde se podía, los pasos marcados en el camino.
 Hay que pasar primero el valle del Reguero de la Paya, después el del propio Rio Batuecas y elevarse un poco para después caminar al lado del Reguero del Chorro.

Insistimos en que el camino está muy poco indicado, hay que fijarse en los hitos.
Javier y Chelo llegaron "engañados" al chorrero, seguro que lo agradecen
 Encontramos dos senderistas novatos de la comarca de Las Villuercas, cerca de Guadalupe,. a los que tuvimos que animar insistentemente para conseguir que llegaran al chorrero. Cada poco querían dar la vuelta, pero con pequeñas mentirijillas llegaron, y nos lo agradecieron, Javier y Chelo, se llaman.
El chorro estaba casi seco, pero sigue siendo bonito aun sin agua. La foto de abajo es de otra vez que hicimos la ruta y tenía agua. Sólo es para que los seguidores del blog se hagan una idea de como es con agua.
Esta foto no es del mismo día, es de la primavera y con agua, cambia un poco.

La vuelta la hicimos, mitad por la vereda, mitad por el río y cada poco un baño.
Agua clara, fresca y apetecible no falta en el Valle de Las Batuecas